En el 2020, decidimos sacar a Trump del cargo presidencial. Como lo vemos, no nos podemos quedar al margen de la situación. No podemos permitir cuatro años más de esta administración y ser cómplices de agravar astronómicamente el dolor, el trauma y la destrucción que ha causado a nivel nacional y mundial. 

No hay duda de que las políticas del presidente Trump han causado daños irreparables en nuestras comunidades de descendencia Latinoamericana en Estados Unidos. En los últimos meses, hemos visto cómo la crisis de salud pública y la crisis de violencia policial racista en este país han puesto en enfoque  doloroso cómo nuestras comunidades se ven afectadas en niveles desproporcionados. Todo como resultado de tener un presidente cruel y negligente a cargo. 

Las próximas elecciones generales serán un referéndum sobre la violencia estatal, el racismo, COVID-19, las bajas y los muchos, muchos fracasos del presidente y su gobierno. Como los votantes latinos ya hemos demostrado ser una fuerza que cambia el juego. Y necesitamos terminar el trabajo. 

Como comunidad, ya hemos sobrevivido y lo hacemos todos los días. Nuestra comunidad se ve a través de la oscuridad, con alegría, amor y subversión radical. A pesar de la criminalización. A pesar de la privación de derechos. A pesar del desplazamiento. A pesar de la crisis climática impulsada por el capitalismo. A pesar de toda la mierda que trata de quitarnos nuestro poder. 

Luchar desde el estado es uno de los muchos frentes clave donde debemos competir por el poder. Hemos llegado al 2020 listos para derrotar a las fuerzas derechistas supremacistas blancas de todo el país para manifestar una visión feminista del mundo pro-negra, pro-queer, pro-trans, pro-planeta, pro-trabajadora. Estés donde estés, únete a nosotros para amplificar el grito de batalla, Fuera Trump, y trabajemos juntos para que sea una realidad.